La acuicultura se ha convertido en la práctica de más rápido crecimiento dentro de la industria de producción de alimentos a nivel mundial. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) establece que la acuicultura produce más del 30% del pescado consumido en todo el mundo; un porcentaje que incrementará más del 50% para el año 2030.
Considerada como la mejor técnica de cultivo de especies marinas; la acuicultura produce alimentos con altos estándares de calidad, que se pueden desarrollar en agua salada o dulce, en lagunas, ríos, mar o incluso en piscinas o estanques artificiales y es practicada tanto en países desarrollados como en desarrollo.
Para la FAO, uno de los mayores beneficios de la acuicultura es su orientación hacia el consumo humano, ya que protege la seguridad alimentaria. Además, la acuicultura ha demostrado una gran capacidad para producir confiablemente distintas especies de peces, mariscos y plantas acuáticas.
La contribución de la acuicultura a la producción mundial de la pesca de captura y la acuicultura en su totalidad presenta un crecimiento constante hasta llegar al 46,8% en 2016, lo que supone un aumento con respecto al 25,7% del año 2000, representando un aporte importante de proteínas para consumo humano.
La acuicultura tiene la capacidad de satisfacer la demanda mundial del pescado, así como de reducir la presión sobre la captura de peces silvestres. A través de la promoción de un mejor manejo de los cultivos de peces, podemos satisfacer la creciente demanda, así como minimizar los impactos ambientales y sociales.
Comer pescado forma parte de la tradición cultural de los peruanos y, en términos de beneficios para la salud, tiene un excelente perfil nutricional. Es una buena fuente de proteínas, ácidos grasos, vitaminas, minerales y micronutrientes esenciales.
En el Perú se ha desarrollado a lo largo de muchos años una industria muy importarte para el crecimiento de la acuicultura: la producción de harina y aceite de pescado. Sin embargo, existe una fuerte regulación por parte del estado para proteger de una manera más responsable la anchoveta, materia prima para su producción.
La gran producción acuícola en el Perú se ha basado en 4 especies principales: los langostinos, la concha de abanico, la trucha, tilapia y algunos peces amazónicos. Algunos empresarios privados se han enfocado en desarrollar tecnología para la producción de dos especies muy importantes: el lenguado y el paiche.
La producción total de acuicultura alcanzó en el 2016 las 100 185 toneladas, de las cuales 41 418 toneladas provienen de cultivos de origen marítimo y 58 767 toneladas provienen de cultivos en agua dulce. Por otro lado, gracias a la estabilidad relativa de la producción de la pesca de captura, la reducción del despilfarro y el continuo crecimiento de la acuicultura representó un 47% del total y un 53% si se excluyen los usos no alimentarios (incluida la reducción para la preparación de harina y aceite de pescado).
Como resultado de esta producción, en 2016 se registró un consumo per capita de 20,3 kg, que también supone un máximo histórico en el mundo. Desde 1961, el crecimiento anual mundial del consumo de pescado duplicó el crecimiento demográfico, poniendo de manifiesto que el sector pesquero es fundamental para alcanzar la meta de la FAO de un mundo sin hambre ni malnutrición.
El potencial de nuestro país es muy grande para el desarrollo de la acuicultura, de ahí saber aprovechar las ventajas competitivas de ubicación, variedades climáticas, lugares libres de enfermedades, mano de obra, entre otros.
Los pescados de acuicultura ofrecen interesantes ventajas al canal horeca ya que tienen un precio con pocas variaciones y su venta es constante a lo largo del año. Gracias a los estrictos controles de calidad y seguridad alimentaria que se realizan en todo el ciclo de vida del pescado, el empresario puede tener la plena garantía sanitaria y la conservación de sus características organolépticas.
Con el apoyo adecuado a las especies que se cultivan actualmente, la mejora en los sistemas de producción, las facilidades para el procesamiento primario e infraestructura vial que facilite su transporte a nivel nacional y su acceso a mercados internacionales, mantendría a la acuicultura en el futuro como el mejor aliado del canal horeca.
En el Perú, el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera - SANIPES, es el organismo técnico especializado encargado de normar, supervisar y fiscalizar las actividades de sanidad e inocuidad pesquera y acuícola de origen hidrobiológico.
SANIPES solicita análisis microbiológicos y sensoriales, cuyos resultados deben estar dentro de los parámetros permitidos, garantizando la inocuidad de los productos como requisito para su comercialización en nuestro país.
En UMI FOODS, cumplimos con todos los requisitos solicitados por nuestra entidad regulatoria sanitaria SANIPES.
Nuestros productos, como la tilapia y basa, cuentan con toda la documentación necesaria que exige SANIPES para su comercialización: informe de ensayo, certificado sanitario de importación y registro sanitario.