La manera en cómo se deben disponer, manejar y almacenar los productos congelados es de vital importancia para un buen servicio dentro de los hoteles o cafeterías pertenecientes al Canal Horeca. Cumplir con estas buenas prácticas de almacenamiento determinan la calidad final y tiempo de conservación de cualquier producto.
Los productos alimenticios que se congelan incluyen una gran variedad. Desde aquellos que se conservan en su estado fresco como: frutas, vegetales, jugos, carnes, mariscos, aves y pescados, o hasta alimentos preparados como: panes, helados, precocinados, entre otros.
Por lo tanto, el proceso de almacenamiento de productos dependerá de la composición y naturaleza del alimento. Así como también, del cuidado durante su selección, manejo y preparación al momento de congelarse.
El almacenamiento en frío es un proceso en el que se usan temperaturas mayores a las de congelación, por lo que se puede hablar de condiciones entre los 15º hasta 2º C. Para que un alimento se congele, tiene que ser sometido a temperaturas de -2º C o inferiores.
Las temperaturas requeridas oscilan entre 0º y 5ºC.
Para lograr que el almacenamiento en frío sea exitoso se debe considerar un factor clave, el cual es fundamental para asegurar que los alimentos refrigerados o congelados mantengan sus cualidades nutricionales.
Uno de los factores a considerar es la temperatura. El efecto de la temperatura es distinto para cada alimento, pero se puede promediar que por cada 10º C que se reduzcan, el proceso de reproducción de microorganismos se retrasa de 2 a 3 veces. Utilizando una temperatura fría y controlada, estas reacciones se retrasan por lo que los productos pueden durar el doble de tiempo y por esto, su valor comercial aumenta.
Existen algunos alimentos que tienen un coeficiente de temperatura el cual aumenta ampliamente cuando experimentan condiciones cercanas al punto de congelación. Por ejemplo; los pescados sometidos a una temperatura de 0º C o menos, se conservan por mucho más tiempo que si fueran sometidos a temperaturas de 1º C.
Es importante resaltar que el frío no elimina por completo los microorganismos, sino que retrasa su multiplicación, por lo que cuando el proceso de almacenamiento en frío es interrumpido, la actividad bacteriana se reanuda.
Para la preservación de los alimentos congelados, el almacenamiento en frío es el método más conocido de todos. Por esto, muchas compañías acuden a la congelación y a la refrigeración de alimentos. Sobre todo, porque pueden conservar sus cualidades sin mayores cambios, siempre y cuando el almacenamiento en frío sea llevado a cabo de la manera indicada.
Los productos congelados representan una nueva y segura opción en la industria de los alimentos. De la misma forma, representan un gran aliado para el canal Horeca, redefiniendo los hábitos alimentarios de grandes comunidades.
En UMI FOODS cumplimos con las temperaturas requeridas para la preservación y almacenamiento de nuestros productos. Además de contar con los equipos de refrigeración adecuados para el transporte de cada uno de ellos.